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Se puede amar la vida de tantas maneras...
Volverse amante de la soledad porque descubre que es la mejor manera de evitar el daño.
Leer encontrándose con uno mismo a través de cada página, re descubriendo que somos en cada instante.
Amar sin medir los límites cada vez que el corazón nos ofrece una nueva oportunidad.
Quizás también sentir dolor y comprender que es necesario, que nos hace fuertes.
La valentía de elegir por nosotros mismos, de saber perdonar y pedir perdón.
Pero por sobre todo las ganas de vivir, encontrar el gusto y el placer en cada momento; de arriesgarnos a pesar de saber que puede salir mal. Porque de eso se trata, de poder ser sin restricciones.